Postre indigesto
Estoy rodeada de una masa dulzona y gelatinosa. Se comprime mi tórax mientras lucho por respirar en el espacio ajustado en el que estoy incrustada. No puedo ir ni hacia adelante ni hacia atrás. Con un estertor consigo liberar una de mis alas. ¿¡Quién me mandaría meterme en aquel flan!?
Daniel, me parece muy simpático el relato que has creado.
ResponderEliminarY admirable la empatía que desarrollas con la mosca, moscardón, abeja o lo que fuera que se hunde penosamente en la apretada dulzura del flan.
Enhorabuena!
Gracias por tu amable comentario. Daniel
EliminarEl relato captura al lector desde el principio y le incita a seguir leyendo. Dosificas muy bien la información hasta el final sorpresa. Entonces se revela por completo el sentido del título, muy bien elegido. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo.
Gràcies per el teu comentari Josep. Daniel
EliminarCon miga, intriga y mensaje, todo comprimido en una bala de gran calibre. Magnífico, Daniel Canals Flores.
ResponderEliminar¡Pobre mosca!¡O el insecto en el que hayas pensado! Si es que una no puede resistirse a un buen postre dulce, aunque las consecuencias sean trágicas...¡A ver como sale de esta, tu protagonista!Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Aurora, entre texto y relato, la mosca al plato. Je, je, je
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