Reyes sociales
En aquella fiesta del ocio, la vieja consola no entendía nada: Spotify pinchando música, Instagram y Facebook disputándose los paparazzis, WhatsApp hablando por los codos, YouTube grabando y Twitter criticándolo todo. Google acabó mostrándole la salida.
Ya fuera, recordó el origen de ese imperio: la tonadilla de un sencillo módem.
Ya fuera, recordó el origen de ese imperio: la tonadilla de un sencillo módem.
Aplaudo el texto, que sepas que uno está abandonando el analfabetismo tecnológico y este micro me lo he tenido que leer tres veces. Cuentas algo, me gusta. Hasta la próxima.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y sobre todo por tú esfuerzo para con el relato. Ahora solo te pido que intentes conocer algo más sobre el tema, puede merecer la pena.
EliminarUn saludo.
Es difícil estar al día de todas las tecnologías, incluso aunque el protagonista sea una parte de ellas. El pobre, tan moderno hace poco y hoy tan obsoleto, casi muerto. Tu relato hace pensar sobre si habrá vida al margen de las redes y las pantallas; sin ir más lejos, por aquí nos leemos a través de ellas.
ResponderEliminarUn saludo, José Antonio
Pues sí Ángel, bien utilizadas pueden ser muy potentes. Otro tema es la velocidad con la que cambian las cosas en esta época, en cortos periodos de tiempo pasas de la cima a estar olvidado. Difícil convivir con ello si no tienes mucha cintura.
EliminarUn saludo y gracias por tu comentario.
Muy buen micro! Original! Enhorabuena!
ResponderEliminarGracias Loli, me alegro que te haya gustado.
ResponderEliminarUn saludo.
Cuando era pequeña, el sonido de el modem era toda una alegría, ya que significaba que mi hermano se iba a conectar a internet, toda una alegría para mi curiosidad. Hoy en dia ese ruidito ya pasó al olvido de las generaciones pasadas y por supuesto a la incognita de las presentes. Los viejos nostalgicos siempre recordaremos aquellas consolas como tu protagonista, con gran cariño. Esperenos que las redes sociales de la fiesta que le hacen sombra, se recuerden el dia de mañana con el mismo cariño, ...aunque lo dudo. Muy buen relato!
ResponderEliminarVete tu a saber, jajaja
ResponderEliminarGracias por el comentario.