Compañeros
Me gusta despertarlo con besos y mimitos, le canto, le abro la ventana para que le entre el sol y le pongo un buen desayuno. A veces creo que soy un friqui, pero entonces mueve la colita y me lanza burbujitas... Al fin y al cabo solo es un pececito.
Gracias, Pau. Este micro esta plagado de una ingenuidad que todos querríamos mantener viva. Ese niño o niña que aún sobrevive en nosotros.
ResponderEliminarSaludos
Me gusta tu microrrelato, Pau. Dosificas muy bien la información para sorprender al lector con la identidad del compañero, revelada con la última palabra del relato. En el trayecto generas expectativas adicionales con la frase “A veces creo que soy un friqui”.
ResponderEliminarLa sensibilidad que muestra el relato es hoy más necesaria que nunca. En una sociedad que, demasiado a menudo, olvida o maltrata a los animales.
Un saludo.