Eternos amantes
Ambos se aman desde que se conocieron. Cada día se adoran en silencio, se desean en silencio. Eternos amantes, sus manos quieren tocarse, sus cuerpos anhelan abrazarse, pero siempre está esa maldita distancia de por medio. Tal vez, si el guarda del museo adivinara su amor, acercaría estas dos estatuas...
Pobres amantes! No me quiero imaginar si son de la época clásica griega... siglos y siglos de amor a distancia. Aunque en tu relato hablas de los días, ¿quién sabe lo que puede pasar por la noches? Muy bueno, Sonia, felicidades. Saludos.
ResponderEliminarQuerido Pepe Sanchis, por las noches...se sueñan😉 Muchas gracias por tus palabras. Saludos.
EliminarSugerente metáfora de amores imposibles por distancias infranqueables. A veces un cómplice externo puede ser la solución. El drama es cómo conseguirlo. Los puntos suspensivos dejan abierta la participación del lector y su interpretación. Enhorabuena, Sonia.
ResponderEliminarUn saludo.