La modelo
Tomó el cincel de forma maquinal y se acercó a la modelo para comprobar que todas sus facciones estaban plasmadas en la escultura. Era igual: los mismos ojos llenos de tristeza. Los mismos pómulos níveos pintados por la muerte. Clavo el cincel en medio de su pecho: "Son exactas", exclamó.
Le duran poco las modelos, aunque no así las esculturas (supongo)
ResponderEliminarBuen micro sobre "El escultor en serie".
Un saludo, Nicolás.
Conmovedor
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