Resonancia magnética (Médicos sin fronteras III)
Siempre te intrigó qué podía tener en la cabeza. Y ahora lo ves: un lago azul surcado por barquitos de velas blancas, niños corriendo por la orilla y un coro de violines que rivaliza con el canto de los pájaros. Me miras, escuchas al médico y confirmas el diagnóstico: "Inoperable".
Quizás, alguna vez, todos hemos tenido pájaros en la cabeza. Lo bueno de eso, es que tal vez por la época en que fue, guardamos buenísimos recuerdos de esos pájaros en la cabeza, mariposas en el estómago, fantasías animadas... en fin que siempre pensábamos que más allá dl mar habrá un lugar donde el sol de cada mañana brille más.
ResponderEliminarYo te voy a regalar... ¡Un beso y una flor!, para que te suene.
Patricia, formidable!. Tal como sospechaba, el meollo estaba en la III parte. Delicioso literariamente, ya lo he leído cinco o séis veces...
ResponderEliminarUna cabezota como la de tu personaje puede contener muchas cosas, pero creo que nadie imaginaba que tantas y tan maravillosas.
Después del suspense creado por la erupción extraña de múltiples tentáculos en lugares del cuerpo insospechados.
Después del insomnio producido por la dificultad de adoptar posturas compatibles con el sueño.
Después, digo, de todo eso, los médicos van en busca del quid de la cuestión. Nada mejor que una resonancia magnética y la cabezota desvelará sus bien escondidos secretos: una zarabanda compuesta de lago, barquitos, niños, músicos y pájaros en plena competición melódica...
Diagnóstico: "Inoperable". Entiendo que en el sentido de que no procede operar; ¿para qué? si no hay nada que extirpar. Muy al contrario: No operar y aplaudir, algo así.
Asumir la condición de pulpo, que tras lo revelado en esta III parte, se muestra envidiable. Una condición magnífica que en una IV parte, si la hubiera, no sería de extrañar que provocara su admiración y cierta envidia de parte de todo el equipo de médicos del centro hospitalario en cuestión.
Y, por encima de todo, un abrazo como siempre!
Ojalá las resonancias magnéticas de una amiga arrojaran luz en lugar de sombras. Ojalá.
ResponderEliminarMe gusta el micro, pero me hiere un poco si lo saco de contexto (no lo sacaré).
No te sientas mal. Cada uno se desahoga como puede. Yo lo hago escribiendo, tal vez para asimilar que, después de seis años, aún sigo pasando revisiones cada tres meses. Un beso.
EliminarLa escritura es un bonito desahogo. Lamento no haber reparado en que podía haber tras este texto una historia: tu historia.
Eliminar50 besos, uno por cada palabra.
Muchas gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarPara todos, todos, un beso y la llave de mi jardín.
Ya sabéis dónde está...
Escribiendo como escribes, solo puedes ser una tía muy especial. Me encanta tu micro Patricia.
ResponderEliminarNos seguimos leyendo guapa,
Inoperable es la admiración que siento por ti. Magnífico broche de oro para un recital de micros que han hecho que esta página suba el nivel hasta el infinito. En tu cabeza se agolpan siempre unos personajes inolvidables que tienen la suerte de adornar una vida llena de magia, tu magia.
ResponderEliminarTomo la llave de tu jardín gustoso e iré donde me lleven tus letras.
Para ti, el campo entero de un bosque en el que reina el aroma de las historias plantadas por mi relatista favorita: mi Maga.
Pablo
Pensé en el cáncer. Ahora veo un mar de opciones.
ResponderEliminarVoy a girar la llave de la verja de tu jardín, con tu permiso, y... quizás sea eso lo que le cuenta tu personaje a su pareja. Así, esta, podrá vivir sin preocupaciones, sin miedos, achacando sus dolores a fuertes jaquecas... hasta que llegase la hora.
Entonces llegaría el momento de que escribieras otro relato... sobre cómo sobrevivir a una ausencia.
Un fuerte abrazo, Maestra.
¿Por qué nadie querría operar una mente llena de tan bellas imágenes?
ResponderEliminarEste relato me hace pensar de dos maneras: una mala y otra buena. Me quedo con la segunda y esta, además, me encanta.
Saludos Patricia.
Una riqueza interior tan inmensa como la de tu personaje es normal que manifieste síntomas extremadamente notables, no solo por quien los "sufre", sino también por los que le rodean. Resulta difícil, no obstante, obtener la aceptación de otros cuando ni uno mismo logra entenderse.
ResponderEliminarMe ha encantado tu trilogía, Patricia; tres pequeñas obras maestras en mi opinión.
Enhorabuena y muchos besicos.
(Y perdón, porque había puesto este comentario, por error, debajo de otro de tus relatos).
Prefiero pensar que lo inoperable es la extraordinaria imaginación de tu mente. Un beso, Patricia.
ResponderEliminarHe consultado todos los tratados médicos de medicina que tengo por casa, he visitado las bibliotecas de diversas facultades de medicina, me he suscrito a la revista "Science" y también al "The New England Journal of Medicine"; me he vuelto a leer "El médico" por si encontraba alguna referencia a la extraña dolencia que aqueja al protagonista de tu relato; e incluso he pedido hora con el Dr. Octopus, a ver si me arrojaba un poco de luz, pero lo que me ha arrojado es un buen chorro de tinta. Pero entonces, ah, mi querida Patricia, entonces he comprendido. No sé qué le ocurre al protagonista de tu relato, pero sé que tu gozas de una magnífica "Fantasitis aguda". Mientras tanto, a mi me ha salido un sarpullido en forma gallina.
ResponderEliminarBeso clínico.
Afortunadamente, los quiebros a la sensatez son inoperables, como inderrumbable es la arquitectura de lo improbable. Pero eso tú ya lo sabes, Patricia. Por fortuna, no necesitamos ninguna resonancia para saber qué tienes en esa fantástica cabeza, aunque solo sea la punta de un iceberg.
ResponderEliminarMe hubiera encantado volver a verte en Madrid, que lo sepas.
Un fuerte abrazo.
Patri:
ResponderEliminarAlucino contigo. Si García Márquez inventó el realismo mágico, tú la fantasía mágica que nos transporta al mundo que una vez soñamos en nuestra infancia y que se hace "realidad" al final del trayecto.
Besito virtual.
Noooo!! que nadie intente operarte!! Queremos que esa cabeza siga con tantos mundos dentro como tiene, y así nos los podrá ir soltando en raciones de 50 palabras :-)
ResponderEliminarUn beso!
Inoperable, afortunadamente.
ResponderEliminarEres única Rich, inmejorable e inoperable, por supuesto.
Beso grande, ya te echo de menos.
Malu.
A partir de hoy cambiarán bisturíes por flores los quirófanos.
ResponderEliminarAbrazos, capitana.