Buscando en el baúl de los recuerdos
La chica yeyé se llamaba Anduriña. Siempre callaba cuando el borracho que mascullaba "yo soy aquel al que le gusta que suenen los ejes de mi carreta" le gritaba: "¡Cállate niña, no llores más!".
Ella, entonces, como si bebiera un sorbito de champán, se perdía en los sonidos del silencio.
Ella, entonces, como si bebiera un sorbito de champán, se perdía en los sonidos del silencio.
Al más puro estilo de nuestros queridos Manuel Bocanegra y Enrique Angulo, has compuesto un relato con los títulos de canciones míticas que marcaron una época, la de los guateques. Temas muy dignos y muy nuestros, que muchos llevamos interiorizados, que merecen mantenerse en el recuerdo como clásicos que son, para que las nuevas generaciones también los conozcan y disfruten. La canción de Karina es un título perfecto para esta historia, acorde con su construcción y su argumento.
ResponderEliminarUn abrazo, Salvador
En los juegos de improvisación teatral con un grupo de jóvenes utilicé, en muchas ocasiones, el recurso de construir escenas, monólogos, situaciones... basándonos en unas cuantas palabras. Aquí, la dificultad radicaba en escoger las palabras. Me decidí por títulos de canciones de los años sesenta del siglo pasado y "montar" una historia. Gracias, Maestro por tu incondicional apoyo. Un fuerte abrazo, Ángel.
EliminarQué bien me lo he pasado recordando los primeros bailes, guateques y verbenas estivales. Los títulos de las canciones forman parte de la banda sonora de los que ya somos un poco mayorcitos. Su música evoca las amistades en pandilla, los primeros amores y las complicidades adolescentes. Te agradezco que me dejes tarareando mentalmente con un sorbito de champán, aunque siento que ya llega la hora, que dentro de un momento llegan los villancicos.
ResponderEliminarBrindo por ti, Salvador. Un fuerte abrazo.
Carmen, muchas gracias por exponer "la vida secreta" de aquellas canciones. Acabas de "ponerles los dientes largos" a los que no vivieron durante "aquellos maravillosos años".
EliminarSupongo que cada generación recordará siempre las canciones que la hizo vibrar de una u otra forma.
Nosotros continuaremos guardando canciones, década tras década, hasta hacernos inmortales. ¡Chist! No lo digas en voz alta.
Has hecho un cóctel exquisito con cada título de las canciones que marcaron una época y quedan en el recuerdo como si fueran de hoy.
ResponderEliminarVoy a degustarlas sorbo a sorbo, gota a gota y sin llorar.
Suerte, Salvador. Saludos
Muchas gracias, María Jesús. Llevo muchos meses sin concursar pero acepto ese deseo de " suerte" en mi vida. Así que... descorchemos el cóctel y... brindemos.
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