Crónicas de Medusa II

Ese día el basilisco tenía los papeles encima de la mesa, esperando una firma que desatara los lazos que lo unían a Medusa. Estaban ya ambos hartos de que poco a poco sus almas se deshicieran como arcilla con la lluvia. Firmaron, y con dolor emprendieron caminos diferentes sin mirarse.
Escrito por Carmen Gallego
Parte I | Parte II

4 comentarios :

  1. Parecía claro que su relación no tenía ningún sentido desde que se miraron sin convertirse en piedra, pero aún así se separaron sin mirarse por si acaso, y es que hay miradas que matan.
    Un abrazo Carmen

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    1. A veces sabemos las cosas y no queremos verlas, al igual que nuestros protagonistas, no cruzan sus miradas. Un abrazo amigo y felices fiestas

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Cuando el mal se escinde todos salimos ganando. Una vida que se vive en contra de otras, que la sostiene el odio y el resentimiento, deja el alma embarrada a merced de la lluvia, como tan líricamente describes.
    A veces, vivimos una vida mitológica sin saberlo, cargando con resentimientos y culpas que nos hacen actuar como a medusa; convirtiendo en piedra la existencia ajena a costa de empequeñecer la propia.
    Me ha gustado mucho tu relato, Carmen; tiene alma.
    Un abrazo.

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