Cuento infantil de horror
En el jardín de su lóbrega casa, la bruja siembra niños.
La semilla es muy pequeña, del tamaño de un diente (un canino).
Dicen las que saben que un colmillito es la mejor herramienta para defenderse.
Así la cosecha no será aburrida, sino todo lo contrario: deportiva, emocionante y justa.
Esa siembra particular tiene todas las trazas de ser ilegal. Esperemos que los niños salgan combativos y utilicen ese colmillo, o lo que encuentren, para defender su vida y, de paso, hacer que el cuento termine de forma realmente justa e inesperada para esa bruja.
ResponderEliminarUn saludo, Salomé
¡Hola Ángel! te agradezco mucho el tiempo que te tomaste para leer y para comentar.
Eliminar¡Claro! no sabemos que sucederá con esa cosecha de niños armados (hasta los dientes)...
¡Saludos!
Pobre bruja, no sabe lo que se le viene encima xD.
ResponderEliminarBienvenida al grupo, Salomé.
Jejeje, si caray!!! Se avecina algo tremendo!!! Gracias por sus palabras!!! Saludos!!!
EliminarEsos colmillos se van a rebelar contra la bruja sembradora de niños.
ResponderEliminarVaya personaje terrorífico que nos has traído, Salomé.
Bienvenida a esta familia. Besos.
Muchas gracias!!! Abrazote!!!
EliminarEl inicio del relato es impecable, es lo que más he disfrutado; el desenlace es absolutamente sorprendente, tengo ganas de poder leer sobre esa nueva cosecha, sobre si fructifica o se pierde, sobre el producto de la tierra. Gracias, Salomé por crear esta expectativa.
ResponderEliminarUn abrazo.