Iuramentum
—¿Qué es una guadaña?
—¿Qué es una guadaña?
—¿Qué es una...?
La cabeza de la niña rueda hacia el hoyo como una pelota de golf, junto a otras bolas aplastadas, emoticones con lágrimas, de distintos troncos desmembrados, en esta partida de bates y batas hipócritas, que ayer juraron a Hipócrates.
—¿Qué es una guadaña?
—¿Qué es una...?
La cabeza de la niña rueda hacia el hoyo como una pelota de golf, junto a otras bolas aplastadas, emoticones con lágrimas, de distintos troncos desmembrados, en esta partida de bates y batas hipócritas, que ayer juraron a Hipócrates.
El mundo ha perdido la cabeza. Algo mucho más preocupante que un mundo del revés, donde es probable lo imposible. Sin embargo en este, la inocencia rueda por el suelo decapitada no por los terribles asesinos, sino por los investidos que juraron protegerla. Mal nos va y peor nos va a ir si alguien no lo remedia.
ResponderEliminarAparte de esta interpretación tal vez demasiado literal, tu relato destila un jugo tan ácido como libre y creativo a la hora de componer esta partida a la que Lewis Carroll asistiría encantado.
Felicidades por este relatazo, María Jesús y, también, Felices Fiestas.
Esto, y un fuerte abrazo.
En una interpretación literal ssistiríamos a la violación del juramento hipocrático de los profesionales de la medicina. Pero la escena es tan cruda, con esas cabezas infantiles decapitadas, que prefiero acogerme al surrealismo, reforzado por las imágenes de emoticones. Las partidas de bates (deportivos) y batas (médicas) es escalofriante, bien construida, de onírica raíz.
ResponderEliminarImpactante micro, María Jesús. Estoy segura de que se me escapan muchas referencias. Espero más comentarios de los compañeros y tus respuestas para dormir sin pesadillas. Un beso y Felices fiestas .
Es muy probable que me equivoque (corrígeme sin problema), pero me aventuro a señalar que tu relato puede ser una crítica a prácticas médicas basadas en la experimentación con personas y sin respeto, individuos que en su día abrazaron el juramento hipocrático, pero en algún momento lo olvidaron del todo, para dedicarse a tareas sin escrúpulos, con niños como materia prima de usar y tirar.
ResponderEliminarDe una forma o de otra, tu relato sobrecoge e inquieta, logra el efecto de crear una atmósfera que atrapa y no suelta.
Felices fiestas, María Jesús
Un abrazo
Queridos amigos: Creo que no he sabido plasmar lo que es un aborto.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios, que me plantean nuevas incógnitas.
Saludos virtuales a todos
Muchas veces es preferible no dejar demasiado claro a que nos referimos pues así dejamos al lector la libertad de interpretar nuestros relatos, lo que si está claro es que el tuyo no deja indiferente a nadie.
EliminarUn saludo María Jesús
Contundente micro. Final impactante. Pero no queda muy claro el mensaje. Yo también me decanto por el estilo surrealista, que,personalmente, me gusta mucho.
ResponderEliminarLo tuyo, querida María Jesús, es estilo Apocalíptico, lo mismo que al dramaturgo Arrabal es el movimiento Pánico: Os parecéis bastante, lo cual dice mucho a tu favor...
ResponderEliminarQuizá no se entienda, pero se siente perfectamente. Así entiendo yo el surrealismo; como el camino sin filtros entre la mano y el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo, María Jesús.
Surrealismo, surrealismo, lo que se dice surrealismo,,, más bien todo lo contrario. Real como la muerte misma.
EliminarMil gracias Antonio por tu generoso comentario, y un felicísimo 2019 para ti y tu entorno.
Un abrazo navideño.