La voz de la inexperiencia
—Y con esta última llamada me despido de todas vosotras hasta el lunes. Disfrutad del fin de semana y no olvidéis que la base de toda relación es el diálogo.
Quitándose los auriculares echó un vistazo a su agenda. Dos hojas en blanco y una frase: Comprar comida a Milú.
Quitándose los auriculares echó un vistazo a su agenda. Dos hojas en blanco y una frase: Comprar comida a Milú.
Como dice el refrán, una cosa es predicar y otra dar trigo. Hablar resulta fácil, y hasta adoctrinar, pero para poner en práctica lo que se predica se necesitan unas condiciones de las que quizá se carece, lo que convierte las palabras en algo parecido al humo, buenos deseos que quizá a alguien, pese a todo, le vengan bien si caen en terreno abonado. Esas dos hojas en blanco denotan una soledad no buscada, un vacío que, si se llenase, dotaría de argumentos convincentes esas clases de autoayuda que parece impartir tu protagonista.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de año, Fina
Ni yo habría comentado mejor mi micro. Gracias, Ángel. Qué gusto regresar después de tanto tiempo y que aún se acuerden de una ;)
ResponderEliminarFeliz 2019 para ti y los tuyos. Un abrazo.
Es muy corriente y común el "Haz lo que yo diga, no lo que yo haga". Esto a veces puede resultar ofensivo y en otras ocasiones está perfectamente justificado, pues suele ser con fines pedagógicos donde el ejemplo del "consejero", es autodescartado en un acto de impotencia y sinceridad.
ResponderEliminarAl menos, tu protagonista tiene "perro que le ladre" con quien compartir vivencias y, quizás, diálogo. ¡Busquemos el punto positivo!
Un fuerte abrazo, Fina. Me alegro de leerte de nuevo. Feliz año 2019
Gracias por tu comentario, Isidro. Yo también me alegro de que la inspiración me haya regalado estas cincuenta palabras. Ahora solo me falta sacar algo de tiempo para volver a pasearme por esta página porque, créeme, de verdad que echo de menos los gratos momentos que he llegado a pasar leyéndoos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz 2019.
Es fácil lanzar consejos y muy difícil saber recibirlos, sobre todo los de uno mismo. La zona de confort es un imán potente que muestra el mismo polo a todo lo que pretende romper sus límites.
ResponderEliminarNuestra capacidad para el autoengaño es prácticamente infinita.
Enhorabuena por este buen relato, Fina.
Feliz año bueno.
Un abrazo.
Muchísimas gracias por tu comentario, Antonio. Feliz 2019.
ResponderEliminarUn abrazo.