Mesa para cinco (Comensal #5)
Spiderman se subía por las paredes. Los Cuatro Fantásticos le invitaron a cenar, pero apenas vio a La Chica Invisible; La Cosa sufrió un ataque de piedra; La Antorcha Humana, con las encías inflamadas, quemó su filete; y, encima, Míster Fantástico no se estiró y terminó pagando él la cuenta.
Me parece una auténtica genialidad esa mesa de superhéroes, usando sus superpoderes de una forma tan ingeniosa. De camino, un buen homenaje al gran Sean Lee.
ResponderEliminarUn verdadero placer leerte siempre, Carles.
Un fuerte abrazo.
Pablo
STAN Lee, perdón.
EliminarOtro abrazo.
De superhéroes tú sí que sabes un rato, Pablo.
EliminarAbrazo.
Gran relato para homenajear al gran Stan Lee, su muerte me dejó helado.
ResponderEliminarUn saludo.
Silver Surfer
Gracias, José Antonio. Por fortuna, la obra de Stan Lee perdurará en nuestro recuerdo para siempre jamás, y me atrevo a decir que las generaciones venideras también surfearán por largo tiempo en sus fantásticas historias.
EliminarSaludos cordiales.
Carles, homenajeas a Stan Lee y a nosotros, que te leemos con placer. Besos, Comensal número 5.
ResponderEliminarEl placer de compartir mesa contigo fue de este humilde comensal.
EliminarBeso.
Alguien que, con su imaginación y trabajo, hizo disfrutar tanto a tantos, es merecedor de todos los agradecimientos y homenajes.Solo unos pocos y talentosos elegidos son capaces de que sus obras trasciendan en el tiempo. Allá donde se encuentre, con toda seguridad, habrá sonreído lleno de satisfacción al leer este divertido micro, escrito con acierto, cariño y creatividad. Pobre chica invisible, ella, que se había puesto tan mona, y Míster Increíble, contradictorio y agarrado
ResponderEliminarUn placer leerte siempre. Que termine esta saga si no queda más remedio, pero tus letras no.
Un abrazo grande, Carles
Totalmente de acuerdo contigo, mi querido Ángel. Stan Lee deja un legado enorme. Quieras que no, su obra, sus personajes, su universo de claroscuros, forma parte del bagaje cultural de muchos de nosotros.
EliminarMis letras no alcanzarán la fama y notoriedad de Stan lee, pero seguirán contando historias de cincuenta palabras. puedes estar seguro.
Abrazo.
Gran ingenio para un merecido homenaje, Carles. Has conseguido dar cinco soberbios toques en solo cincuenta palabras, y con humor. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Josep María.
EliminarFue un placer compartir mantel también contigo.
Abraçada.
El filete quemado no!!
ResponderEliminarMuy buenos los comensales reunidos a esta mesa para homenajear a un maestro (y pobre Spiderman)
Un petó amb somriure.
Ah, mi querida Carme. Si te he hecho sonreír, entonces soy yo el homenajeado.
ResponderEliminarPetó.
Qué caótico banquete de superhéroes haciendo gala de sus poderes. Un fresco homenaje al creador.
ResponderEliminarMuy ameno y divertido, Carles. Forta abraçada.
Carles, tu ingenio ha hecho de este banquete de héroes un divertimento en cincuenta palabras. Felicitaciones
ResponderEliminarUn cordial saludo
Con razón, Spiderman siempre fue un lobo solitario en la amplia estepa de Marvel. Los cuatro son fantásticos para salvar el mundo, pero como anfitriones, la cosa falla.
ResponderEliminarUna muestra más de tu ingenio, y la prueba de por qué te hemos echado de menos.
Gracias por volver, Carles,
Un fuerte abrazo.