Mi juicio de "mierda"
—¡Culpable!, pagará las costas a trabajadores y trabajadoras de Estercoleros unidos y no podrá emplear ese vocablo de forma despectiva.
—¡Qué marrón!
—Señoría —gritó un miembro de la Asociación prodignidad de colores—, exijo una disculpa del acusado.
—Sí, hombre... Tras la demanda de la Federación feminista empecé a estudiar mímica.
—¡Qué marrón!
—Señoría —gritó un miembro de la Asociación prodignidad de colores—, exijo una disculpa del acusado.
—Sí, hombre... Tras la demanda de la Federación feminista empecé a estudiar mímica.
Vivimos en un mundo de extremos, según la época. Hemos pasado de no respetar nada, ni de manera verbal ni de hecho, a una sensibilidad extrema en la que, a veces, parece que no se pueda pronunciar una palabra carente de mala intención sin molestar de forma grave a algún colectivo. El respeto, la educación y el reconocimiento del otro y su diversidad son, o deberían ser, parte fundamental de eso que llaman evolución humana; esto, que vaya por delante. Algo distinto es sobrepasar los límites de lo razonable (en este campo o en cualquiera) y criminalizarlo todo en exceso, como le sucede a tu sufrido protagonista en ese juicio loco.
ResponderEliminarUn abrazo y felices fiestas, José Antonio
Pues sí Ángel, totalmente de acuerdo, o blanco o negro cuando son todo tonos grises, o conmigo o contra mí. Y toda causa está llena de medias verdades. Lo malo es que pasamos de un extremo a otro, mi título por ejemplo en otros tiempos sería "el juicio" pero ahora el hartazgo me ha hecho poner alguno adjetivo más.
ResponderEliminarUn saludo y gracias.
Si es que no se puede abrir la boca. Siempre encontraremos a alguien que le moleste hasta un 'buenos días'
ResponderEliminarMe parece un relato enormemente mordaz, que refleja muy bien la estupidez de la moda de lo políticamente correcto.
Pero ojito con la mímica, que hay gestos incorrectos para todas las sensibilidades.
Muy buen relato, Jose.
Un fuerte abrazo.
Gracias por tu comentario, habrá que empezar a estudiar el campo de la telepatía entonces, jejeje
EliminarUm abrazo.
Reflejas muy bien la situación estúpida que vivimos en relación con el lenguaje. Hay que sacar punta o punto a todo de forma que cualquier termino puede ser objeto de controversia. El caso es envolver en palabras y palabros, problemas que tienen difícil solución, y así camuflarlos para obtener votos.
ResponderEliminarMi felicitación para el año que comienza y saludos virtuales.
Sí, hay que desviar la atención con lo que sea, para que perdamos el tiempo con discursiones inútiles y no nos fijemos en lo importante.
ResponderEliminarGracias por tua palabras y que te vaya muy bien este 2019.
Un saludo.
Siempre habrá un colectivo que se sienta ofendido o discriminado, comenzando por el del feminismo, que tiene razones de peso, y acabando por el del absurdo de los colores. El lenguaje tiene siempre un valor connotativo y hay que manejarlo con cuidado para respetar y ser respetados. Otra cuestión es la del lenguaje políticamente correcto, plagado de ridículos eufemismos.
ResponderEliminarInteresante tema el que planteas, José Antonio. ¡Feliz 2019 y un abrazo!
Gracias por tus palabras Carmen. Esto es una locura, a pelo me viene el anuncio de estas navidades de una conocida marca cárnica. Ya no se pueden ni contar chistes. Además cuando quieres ofender con el lenguaje se nota, pero ahora tienes q tener cuidado porque cualquier palabra, cualquier referencia a algo ya es mal interpretada.
ResponderEliminarEn fin esperemos que el próximo año sea generoso en sentido común que falta nos hace.
Un saludo y feliz año.
Me encanta la sátira y la tuya es de las muy requetebuenas. Digas lo que digas, siempre habrá gente que analice tus palabras para cargar contra ellas, profesionales de llevar la contraria contra quien sea. Me gusta el micro, el tema y cómo lo expones.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y el más feliz de los años.
Pablo
Coincido en que hay verdaderos profesionales en el arte de llevar la contraria, una pena no usar esa inteligencia para otros fines más productivos.
ResponderEliminarOtro fuerte abrazo para ti, y muchas gracias por tus palabras siempre alagadoras.
Que te vaya muy bien este 2019.