Esperanza
Aquel día, entro en la sala, se sentó enfrente de mí. Su cabeza la cubría un precioso pañuelo de alegres dibujos y colores. Sus bonitos rasgados ojos negros de mirada penetrante irradiaban felicidad.
Levantando la mirada me dijo: "Juan, hoy es mi última sesión de quimio".
Asentí, los dos sonreímos.
Levantando la mirada me dijo: "Juan, hoy es mi última sesión de quimio".
Asentí, los dos sonreímos.
La felicidad es una búsqueda continua. Los personajes de este relato da la impresión de que buscan la felicidad en cada gesto de su vida y por lo que se deduce la encuentran.
ResponderEliminarSiempre me llaman la atención los títulos que contienen mi nombre. Y en este me me detenido.
ResponderEliminarY, aunque la realidad es dura, he sonreido con tus protagonistas.