Geometría de un asesinato
Lo que solo conocía su círculo más cercano llegó a las altas esferas, y las sinuosas curvas de un triángulo amoroso atraparon al agente del Pentágono en una espiral, cuyo eje oscilaba entre Pekín y Moscú. Quizás cruzó la línea roja. Lo encontraron asesinado en un polígono industrial de Virginia.
Pendiente de calificación, aún no sabemos si ponerle uno o dos rombos.
ResponderEliminarJavier, muy divertido tu micro (menos para el muerto, claro).
Un saludo, Maria Galerna.
Sucesos y circunstancias podrían resumirse a partir de unas cuantas figuras geométricas. Nuestro cerebro es muy visual y recurre a las formas para definir y delimitar detalles y situaciones. En tu relato has dado buena cuenta de ello, con la narración de unos hechos que, gracias a la utilización de esas formas definidas como recurso, puede contar mucho en poco espacio.
ResponderEliminarSé que no eres de comentar y lo respeto, solo quería decirte que ha sido un placer disfrutar de tus relatos en Cincuenta Palabras.
Un abrazo y a seguir escribiendo, Javier
Excelente alarde de ingenio, a parte de las conocidas matemáticas para encajar las 50 palabras en su justa medida, has ido encuandrado toda la trama con gran maestría. Me ha recordado a cuando en el cole o en el instituto, te enseñan a dibujar a partir de figuras geométricas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maravilloso juego lingüístico de términos geométricos y políticos. En el contexto tan peligroso en que se mueve tu protagonista el desenlace solo podía ser fatal.
ResponderEliminarMuy entretenido y muy bien contado, Javier. Echaré de menos tus micros. Un fuerte abrazo.