Jamás regresé al tiempo que quise volver
Después de veinte años volví, algunas casas se habían ido, algunas callejas marcaban su vacío, luego se presentaron rostros. Busqué las rosas, y el tiempo se las había llevado. Tuve noticias, pero nada volvió. Las miradas de la gente eran desconocidas, entonces borré la esperanza que se sueña al volver.
Dicen que cu se regresa a un lugar donde fuiste feliz, realmente a dónde quieres volver es a ese tiempo perdido ya...
ResponderEliminarEn tu relato queda clara esa idea sobre lo efímero de los instantes eternos. (Eternos porque cuando la felicidad se recuerda no muere nunca).
Un abrazo Edwin Antonio.
Es bien cierto que el regreso, pasado el tiempo, a un lugar conocido puede ser hasta traumático. Desgraciadamente para quien regresa hay ilusiones, felicidad y deseos de encuentros sanadores.
ResponderEliminarGracias Edwin por tu texto