My teacher is Rich
Despertar a la magia es algo que pocas personas consiguen. Dicen que fue casualidad, pero el destino quiso que aquel rayo preciado, escapado de la estrella que le ilumina, pasara a mi lado. Sin pedir permiso me agarré fuerte a su destello y, desde entonces, admiro embelesada sus apariciones estelares.
Creo que no se puede contar mejor en tan pocas palabras lo que “our teacher” ha supuesto para muchos los que escribimos en esta casa. Te ha salido un micro redondondo, desde el título hasta el final, como no puede ser de otra forma viniendo de ti, escrito con ese inmenso corazón que late en cada palabra. Tú también has sido una gran “teacher” para mí. El Rey de los Micromochones me trajo y vosotras dos hicísteis que me quedara para siempre. Menudo trío de ases.
ResponderEliminarMe parece un broche de oro insuperable que en tu último toque de varita mágica (o penúltimo, porque seguro que te seguiré leyendo) hayas escogído como protagonista a la más maravillosa maga que reina en las latitudes de este mundo lleno de cincuenta palabras.
Enhorabuena y gracias por tanto,Rich, nos seguiremos viendo en tu Puerta y en tu Callejón.
Enhorabuena y gracias por tanto, Malu, nos seguiremos viendo en todas partes.
Pablo
Mi queridísima Malu, qué decir, si tú has sido la luz de esta página. Eres un faro toda tú, la alegría que ha impregnado letras y letras, palabras y palabras, historias e historias, personas y personas. Nos has regalado tu ejemplo de generosidad, sabiduría, saber estar, amistad, y de tanto y tanto.
ResponderEliminarAy, qué voy a hacer sin ti, sin Pablote, sin la ilusión de esperar vuestros relatos cada mes.
Gracias a los dos, mis queridos amigos. Soy consciente de que me llevo lo mejor de esta página: la amistad de muchos cincuentistas. Y entre ellos, precisamente vosotros dos (y otros que me callo para otro momento, pero ellos ya lo saben.
Gracias, Malu, por este regalo inesperado e inmerecido.
Tú eres la maestra, no te quepa duda.
Ohhh que bonitas palabras. Que monas que sois las dos. Ya echo de menos leeros.
ResponderEliminarUn abrazo
El hada Malu firma el relato y la capitana Rich, lo protagoniza. ¿Algo más que decir? Sobran las palabras para rendir pleitesía a estas magnánimas reinas de Cincuenta.
ResponderEliminarTodo vuestro.
Malu, qué bonito cierre de la aventura 50.
ResponderEliminarPodría explicarlo todo, quiero decir, lo esencial.
Para mí y quienes no te hemos conocido en persona, pero sí a través de lo mucho y maravilloso que proyectas de ti en tus escritos, acaso la palabra clave sea la que sitúas al final del micro: "embelesada".
¿De dónde proviene el placer que embelesa? Supongo que de ser quien eres y de haber tenido el acierto de engancharte, a través de la escalera del rayo mejor articulado, a tu estrella.
Y por eso disfrutar tú, sí, embelesada, embelesada de vivir, crear, amar, compartir la vida con los otros.
Tú y tu estrella, tu estrella y tú.
...Y un poco tb. nos tienes, a quienes te seguimos, un tanto embelesados! Así que:
¿Qué menos que darte aquí un fuerte abrazo?
Comprendo perfectamente y hago mío el contenido de este estupendo relato, escrito con tanto cariño. Cómo no hacerlo si en cuanto conocí las letras de la señorita Richmond también me agarré a su destello y así sigo, encantado. Me sucedió lo mismo con las tuyas. Vuestras creaciones nos han deslumbrado a muchos, sin que por ello hayamos dejado de contemplarlas, al contrario, las dos creáis adicción, como creadoras y como personas excepcionales.
ResponderEliminarLa desaparición de Cincuenta Palabras es triste para todos, pero gracias a este espacio y al gran Álex hemos disfrutado de vuestro buen hacer y de vuestra amistad. Algunas cosas puede que, tristemente, tengan que terminar, permaneciendo siempre en el mejor de los recuerdos. Pero las personas y los afectos, cuando son sinceros y limpios, permanecen para siempre.
Gracias por este merecidísimo homenaje de una grande a otra, genial como tú, como ella, como las dos, desde el título.
Un abrazo enorme, Malu
Malu, este relato es tan especial como vosotras dos como personas Me ha embelesado, mejor dicho me habéis embelesado con cada una de vuestras propuestas originales, tiernas y fantásticas
ResponderEliminarVoy a echar mucho de menos vuestras letras.
Besitos virtuales a millares.
Qué maravillosamente lo has expresado (porque es algo que compartimos muchísimos), y cuánto me alegro de que Cincuenta Palabras no haya cerrado sin recibir este entrañable y merecidísimo tributo a nuestra gran Patricia. Personalmente siempre he pensado que sus letras están en otro nivel y que es un privilegio poder compartir página con ellas, como también contar con su amistad. ¿Y qué decir de la autora del relato? Pues más de lo mismo, aparte de todo lo bueno que ya han dicho los compañeros y de desear que estos vínculos que el blog ha unido no los separe nada.
ResponderEliminarMe gusta el ingenioso juego de palabras (apropiadísimo) que haces en el título, el cual intuyo que has adaptado de la famosa canción de Los Toreros Muertos.
Enhorabuena, querida Malu, por esta joya, y gracias de parte de todos los fans de Mrs. Richmond.
Un beso fuerte.
Me has dejado sin palabras, después de leerlo varias veces (Lo siento, soy torpe y no lo he entendido a la primera. Ni a la segunda. Ni a la ...) pero qué bueno cuando "lo he cogido"! y qué precioso y cuánto de identificado me siento con lo que dices, amiga Malu.
ResponderEliminarJo, Patri, que cosas tan bonitas inspiras! Me emocionaría si fuera tú (no lo soy y ya estoy)
Un fortísimo abrazo a mi paisana Malu y otro a mi amiga "Rich-mond"
Cuando la sensibilidad y la magia forman un sistema binario, no se puede escapar de la fuerza de su gravedad, ni tampoco se desea que eso ocurra. La estela de Richmond proviene de lo más amplio del universo que confluye en un pequeño espacio bajo el pecho. El arcoiris de Malu está trazado con diástoles que acaban en sístoles universales.
ResponderEliminarTú has encontrado el punto de intersección entre esos dos caminos de fantasía, Malu, y nos lo has mostrado en forma de gran relato, emotivo y generoso.
Sois dos de las grandes perlas que he encontrado en este océano de 50 mares y que lo han hecho tan especial. Mi gratitud y mi cariño estarán siempre con vosotras.
Un fuerte abrazo, con estela.