Noches de braun
Casi todas las noches teníamos como cómplice la diosa Luna.
Los brauns de ron con cola nos hacían ser un poco mas lujuriosos.
Nuestras bocas se fundían en un loco acto de amor y sexo, recorriendo nuestros cuerpos hasta que el dios Sol del amanecer nos despertaba embriagados y exhaustos.
Bienvenida a 50, Mar.
ResponderEliminarBuen empiezo de año.
Un saludo.
Cuántas noches de amor apasionado habrán causado la Luna y algún que otro combinado.
ResponderEliminarGracias por tu relato, Mar.