Pasiones espurias
Perséfone, la gata birmana de Felicitas Campos Arostiaga, está preñada de Paco, el gato zaparrastroso y malentretenido de Doña Asunta.
Fue la ocasión, el balcón entreabierto... Perséfone salió, Paco saltó...
Yo los vi desde mi ventana y oí a Perséfone maullar refocilándose de placer, como ahora aúlla de horror Felicitas.
Fue la ocasión, el balcón entreabierto... Perséfone salió, Paco saltó...
Yo los vi desde mi ventana y oí a Perséfone maullar refocilándose de placer, como ahora aúlla de horror Felicitas.
Simpático micro. Elisa.
ResponderEliminarMe da que ni Felicitas, la del gato, ni Doña Asunta, la de la gata, han entendido gran cosa de lo sucedido. Es más, calificar el juego pasional de los dos gatos encelados de "espurio", sospecho que tú, la autora, se lo hayas podido oír cuchichear a ellas, que acaso sean tus vecinas; ¿me equivoco?
¿Qué sabrán estas dos señoras, las pobres, de la irresistible mutua atracción desatada y complicidad sexual gatuna de la linda Perséfone y Paquito?
Un cordial saludo!
lo de "espurio" es de Felicitas, qué duda cabe...
EliminarMe alegra que te resultara simpático el relato, Carmelo, aunque sus personajes ni siquiera existan. Saludos y buen año!
Elisa
Gracias por tus palabras, Elisa.
EliminarEl hecho de que las buenas señoras que dibujas no existan acaso sea para celebrarlo, y no hablo como el gato Paco que no soy. Lo digo porque hace más creativa y plena, literariamente hablando, la existencia de quien ha sabido sacarlas de su magín. Son cuatro personajes los de tu micro tan simpáticos, verosímiles, los nombres tan apropiados a cada uno, que un poco de pena sí da que no existan en la realidad...
Buen año tb. para ti y miauuuuu!
Cuando las ganas aprietan, ni razas, ni rangos.
ResponderEliminarUn saludo, Elisa.
e così vero!, María. Gracias
EliminarElisa
Goloso, corrosivo...sustancioso, este relato tuyo, Elisa. Felicidades. Saludos.
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