Triple misión desde Andrómeda
En su primera visita dominaban unos gigantescos animales.
La segunda vez encontraron aquellos incomprensibles seres humanos, ya divididos en poseedores y desposeídos.
En el tercer y último viaje, todas las pantallas del arrasado planeta presentaban una doble imagen congelada en el tiempo: el americano con tupé y el coreano gordo.
La segunda vez encontraron aquellos incomprensibles seres humanos, ya divididos en poseedores y desposeídos.
En el tercer y último viaje, todas las pantallas del arrasado planeta presentaban una doble imagen congelada en el tiempo: el americano con tupé y el coreano gordo.
¡Toma ya! Acabando como entraste, por la puerta grande. Gracias por mostrarme esta maravillosa página llena de excelentes relatos y por compartir los tuyos. ¡Un fuerte abrazo y larga vida a las letras!
ResponderEliminarHa sido un placer leerte en esta página, Aurora. Eres del grupo de amigas "reales" que hemos coincidido en esta maravillosa aventura dirigida por Álex. Abrazos, y nos vemos pronto!
EliminarY los evolucionados alienígenas confirmaron sus sospechas: las interesantes criaturas de aquel planeta azul tenían dentro un mal endémico, el de la evolución tecnológica incesante, pero sin progreso verdadero. Terminarían extinguidos como aquella otra interesante especie de reptiles enormes que les precedieron, no por accidente, como ellos, sino por su mala cabeza.
ResponderEliminar¿Qué organismos evolucionados encontrarán en su siguiente visita?
Interesantísimo, con una elegante dosis de crítica a ciertos personajes, que si hubieses tenido más palabras se habría ampliado a muchos otros.
No será por aquí, pero pienso seguir leyéndote con el interés que mereces, Pepe.
Un abrazo grande
Amigo Ángel, de verdad te digo que cada mes he esperado con ansia tu relato en 50 palabras. Y recibir tus comentarios ha sido para mí una satisfacción enorme. Te envío un fuerte abrazo y el deseo de coincidir en alguna otra ocasión. Seguro!
EliminarApocalíptica y crítica visión sobre el tiempo que nos asola. Ojalá estos visitantes nos inoculen algún gen extraterrestre donde la empatía y el bien común sean parte de la hoja de ruta de esta humanidad desnortada.
ResponderEliminarHa sido un placer leerte durante todo este tiempo, Pepe, y disfrutar del ingenio de tus microrrelatos.
Un abrazo.
Muchas gracias, Manuel, por pasarte por aquí. El placer ha sido mío por contar con personas como tú en esta página que cierra. Un abrazo!
EliminarContemplada desde el espacio exterior, la visión de nuestro planeta va de mal en peor. En su primera misión encuentran unos enormes reptiles susceptibles de convertirse en famoso microrrelato, con infinitas variantes, por los pobladores hallados en la segunda misión, una especie hostil con la naturaleza y con sus propios semejantes. En la tercera misión solo quedan las pantallas tecnológicas con las imágenes de los dos inefables líderes culpables de la absoluta extinción de sus congéneres.
ResponderEliminarDistópico, crítico y de una mordacidad que es sello de su autor. Cuánto he disfrutado con tus historias, Pepe. La proximidad geográfica hará que tengamos oportunidad de vernos en futuras ocasiones. Felicidades por tu relato "El femateret" en Los 101 relatos de publicidad de la editorial Vinatea. Estaba sentada detrás de ti, pero te marcharse pronto y no pude saludarte ni pedirte el autógrafo de rigor. Forta abraçada.
Un comentario muy amable por tu parte, Carmen. Me alegra que te haya gustado. Sí que espero seguir viéndonos, claro. Lástima del día de la presentación del libro que comentas, estaba con un fuerte constipado que me duró 15 días. Abraçades!
EliminarQué imaginación Pepe¡ Me sorprendiste con el relato de la tía, en la Uni y me sigues sorprendiendo con cada uno de ellos que conllevan algo de lo que tan faltos estamos, humor del bueno.
ResponderEliminarGracias Snow por tu comentario. Hace poco estuve en la casita donde sucedió la historia de mi tía y mi primo. Me tenías que haber visto llorando a moco tendido, recordando aquellos tiempos. Te envío un fuerte abrazo y espero verte pronto.
EliminarRelato de ciencia ficción para reflexionar sobre lo cerca que estamos de la autodestrucción de nuestro mundo. Y sobre la futilidad de esperar que, milagrosamente, alguien venga a salvarnos. Eso solo depende de nosotros. Enhorabuena, Pepe.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gràcies Josep María. Efectivamente, la historia de nuestro planeta será escrita por los humanos, reyes de la creación. Como bien dices, dependerá de nosotros, si lo sabemos conservar o lo destruiremos sin remedio. Un abrazo!
EliminarJajajajajajajajajaja ¡Qué bueno Pepe! Realmente deben de vernos bien ridículos desde fuera... tan cerca de la autodestrucción.
ResponderEliminarSaludos.
Encantado de que te haya resultado divertido, aunque el fondo del asunto es bien serio. Muchos saludos, Nuria.
EliminarPor supuesto es un tema bien serio.
EliminarMe ha recordado la película en la que unos seres de otro planeta venían en son de paz y se cargaban todo lo que se encontraban delante, en clave de humor, luego el planeta se salvaba. En este caso, apetece pedirles ayuda a ver si ellos, desde allí, pudieran poner orden.
Me gustaría pensar que la pantalla con la imagen parada del arrasado planeta haya podido ser un problema informático y aún quede esperanza en esta historia.
Saludos